En primer lugar, precalentamos el horno a 180º. A continuación abrimos el pollo por la mitad y lo salpimentamos al gusto. Extendemos bien la sobrasada por el interior y exterior del pollo.
Lo colocamos abierto con la piel hacia arriba en una fuente y regamos con un chorrito de aceite de oliva. Cubrimos la fuente con papel de aluminio y lo horneamos durante una hora.
Seguidamente retiramos el papel y lo dejamos hornear media hora más para que el pollo quede crujiente y la sobrasada se derrita bien.
Podemos acompañarlo de patatas al horno o una ensalada.
¡Listo! ¡Más fácil y más rico imposible!.